Sunday, September 8, 2013

Una cabeza para culpar.

Me encanta escuchar y leer las ultimas palabras de los hombres, aun mas cuando saben que son sus ultimas palabras, ver como se aferran a la vida, buscando el perdon en un pedazo de papel. El perdon de un verdugo, un verdugo tan culpable como ellos, quizas aun mas. Buscando que el aligere su carga, sin saber que el tambien tiene una carga, una carga igual a la de ellos. Una cruz que no puede ni quiere cargar, una cruz que no puedo ni quiero cargar, el peso por la culpa, un peso a pagar, el peso a pagar por hacer pagar. Nunca he estado seguro de la culpa de las personas que posan su cabeza frente a mi, mas de mi culpa, de esa si estoy seguro, estoy seguro de ser culpable, y estoy seguro de que voy a pagar, de que merezco pagar, de que mi cabeza sera una mas en la canasta, una mas empalada en la muralla, una cabeza que todos veran y  diran "Alfin una cabeza a la cual poder culpar por las demas"

Y ahora yo ocupo su lugar, un verdugo condenado a ser ejecutado, y para agravar su verguenza, condenado a ser el verdugo en su propia ejecucion, sin mas culpa que la de dudar de la culpa de otros. Y llego la hora de soltar la cuerda, de que la cuchilla conozca mi cuello, es hora de pagar por hacer pagar y de que se haga justicia y justicia poetica.

Ahora que mi cabeza se desprendio de mi cuerpo, confirmo lo que me decian, tal peso no existia, solo estaba en mi cabeza.

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